¿Sueñan los loros con la suma teológica?
Ha muerto Alex (1976-2007) y Edge le dedica la portada. Bien, muy bien.
Mientras tanto, Pinker nos explica que el lenguaje es un refinado instrumento al servicio de la hipocresía y que eso está bien, que es así como los seres humanos nos entendemos, que es la naturaleza humana. Nada que no estuviera ya en Santo Tomás de Aquino. Hemos alcanzado por fin los tiempos miserables en que tiene más autoridad una neurona histérica que toda la filosofía tomista. Vale.
Lo que no mata engorda.
Y tú, Alex, allá donde estés, que la tierra te sea leve.
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